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Hace unos meses, cuando todavía no habitaba esta cueva, escribí el artículo que más abajo os presento, para que fuera publicado en el blog de los verracos glotonios, como así fue. Ahora, con el permiso de ellos, os ofrecezco para vuestro disfrute, unos Canti a tenori, que, como diría alguien culto y serio, son la expresión étnico-musical típica de Sardegna (Cerdeña) central, más concretamente de la localidad de Bitti, de donde procede el cuarteto más afamado en la interpretación de este tipo de canto. Los temas, tanto profanos como sacros, suelen ser ejecutados a capella y a cuatro voces, que según la tradición se identifican, en lengua sarda, de la siguiente manera. Oche o voz solista, Bassu, que recuerda al mugido de la vaca, Contra, que se asemeja al balido de la oveja y Mesu Oche, que recuerda al silbido del viento o a la campana de la oveja. Declarado por la Unesco "Patrimonio oral intangible de la humanidad", el Canto a tenori, apenas conocido en estos lares, se pasea por todo el mundo para deleite de propios y alucine de extraños -oseáse los cantores-, descendientes de aquellos pastores de pécoras (ovejas) que jamás hubieran imaginado vivir profesionalmente en pleno siglo veintiuno de esta actividad y recorrer más kilómetros que Phileas Fogg, o que Willy Fock, para los más dibujoanimaderos.
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