Las manitas de Ricardo
son dulces como la miel
¡no señores! no las suyas
sino las que cocina él,
que si las deshuesa el Nano
sólo les deja la piel.
Rebozadas, en salsita,
y anisadas un pelín
nos las papeamos anoche
en medio de un gran festín.
Y es que tanto viaje a Tokio
y tanta tecno-emoción
está sembrando en nosotros
una profunda confusión.
Felicidades de Taruganga y del gigante.
3 comentarios:
Hola!Qué tal llevas el verano?¡¡tienes la misma entrada desde hace un montón de tiempo!!, a ver cuando nos cuentas algo..que seguro que te estas poniendo las botas de pescaito y marisco....cuidado con el ácido úrico....Un saludo!!
¡Perdón por la falta de ortografía,Don Gargantúa!!
A ver si te mando una poesía que tengo para ti...esperando que te guste.No es mía .
Como verás, querido anónimo, estoy más perdido que la pasta de los del forum filatélico. A ver si en Septiembre tengo un poco de tiempo para dedicárselo al blog.
Espero que te lo hayas pasado bien por Tokio y también tu poesía.
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